TAKING CARE OF BUSINESS
Artistas: Adriana Martínez, Esteban Rivera, Iván Argote, Juan Peláez, María Angélica Madero, María Paola Sánchez, Mariana Murcia, Matthieu Laurette, Nicolás Leguizamon
Curaduría: Equipo Museo La Tertulia
La expresión Taking Care of Business traducida a nuestro lenguaje coloquial vendría siendo algo así como “estar pilas” o “en la jugada” Se utiliza como un término de negocios, obviamente, pero también para situaciones de la vida cotidiana como el coqueteo en un bar. Estar T.C.O.B. es estar, en últimas, al acecho. Llevar todas las de ganar. Esta corta sigla parece contener en si misma gran parte del comportamiento corporativo y de las estrategias de negocios de casi todas las empresas en lo que va de este siglo y el pasado. Siempre hay que ganar, y para ello hay tener los ojos bien abiertos; comprender los caudales de información y volver esos datos en favor de la ganancia. De la misma manera las estructuras e instituciones del arte internacional nutren sus arcas especulando y “endiosando” obras de arte muy conscientes de la fluctuación de los mercados y las tendencias de compra. La curaduría T.C.O.B.es la reunión de trabajos de artistas que retan estas nociones de mercado, de productividad y eficacia.
En toda la muestra hay una incoherencia manifiesta entre los ideales de producción capitalista y la forma en la que estos artistas desarrollaron sus trabajos. En ellos la idea de ser productivos, de economizar al máximo los recursos para sacar un provecho económico parece desdibujarse hasta lo ridículo. Perder el tiempo, hacer las tareas cotidianas lentamente, dedicarse a tareas inútiles y hablar de proyectos frustrados no parecen el tipo de cosas que al sistema de mercado le interesen. Y no le interesan porque no son prácticos, porque no generan plusvalía. Es aquí donde se genera una dicotomía profunda: por un lado los artistas retan la producción capitalista y monetaria con gestos a veces inútiles y anti económicos, por el otro parecen ser bien conscientes de que a través de ellos y cobijados por las leyes del arte estos gestos podrían generar algún intercambio monetario. Es un doble juego, una doble amenaza, porque parece que los artistas de esta muestra entienden muy bien que una forma de retar el mercado y el intercambio monetario es poner de manifiesto lo truculento y casi engañoso de la producción artística.
En últimas, T.C.O.B. puede que sea un llamado y una advertencia a que usted como espectador tenga los ojos bien abiertos, a que esté en la jugada.