La curiosidad exaltada por el contenido de la caja guía el procedimiento plástico de Alejandra Ramírez Zuluaga, que de manera general podría ser descrito como una investigación “entre comillas”.

A primera vista lo más interesante del contenido de la caja era una serie de planos que aparentaban proyectar unas máquinas ópticas, que, vistas en detalle resultaron, ser unas copias heliográficas (probablemente copias rudimentarias con papel carbón y gelatina) de cámaras fotográficas y de cine. Además se descubrieron planos de una serie de experimentos ópticos/optométricos que funcionan como juego de luces, y que tienden a recrear formalmente el mecanismo interno de distintos dispositivos fotográficos. Estos planos, de los cuales no se pudo obtener indicaciones precisas sobre su aplicación, función o utilidad, pero que resultan visualmente interesantes, terminan por marcar el carácter disyuntivo de su naturaleza entre el arte y la ciencia, lo cual tiende a predominar en el conjunto de ideas del autor.